Inquisidora Karuy en Exhalus

Karuy es una Insiquisidora de la Ordo Antropologus, una Ordo Minoris que se desprende de la Ordo Hereticus. Esta última se dedica a proteger al Imperio de los peligros internos, como la traición, las mutaciones y la herejía. La Ordo Antropologus consiste en apenas 6 Inquisidores, que buscan comprender por qué los humanos caen en la herejía, y qué los lleva a desarrollar extrañas mutaciones no acordes a su biología. Karuy se especializa en esto último, y es para ello que ha despachado a la Interrogadora Jauta Jiet a Exhalus. Kuruy estaba ocupada siendo investigada por la Ordo Excorium, por la acusación de haber realizado un Exterminatus en un planeta demasiado valioso.

La ciudad Pozoprofundo “es un laboratorio vivo de una hermosura sin igual”, en palabras de la inquisidora. “Recibirá ayuda de un grupo de novicias de las Adepta Sororitas, y de una unidad de Astartes, para que ayude a mantener la paz de la región, y le permitan investigar a fondo qué está sucediendo allí, y por qué”, decía la hoja de mando que la inquisidora le envió a Jauta Jiet, las instrucciones eran clara, la tarea no lo sería por lo que había podido investigar de la situación del planeta.

Llegada a Pozoprofundo

Según rumores que le han llegado a la Interrogadora Jauta Jiet, en el Centro Médico Santa Lydwena se están llevando adelante experimentos sociales no sancionados por la Ordo Antropologus de la Inquisición. Así es que será su la primera zona que investigue de Pozoprofundo. Apenas llegada, tuvo la satisfacción de que cinco Hermanas de Batalla de las Adepta Sororitas se les unan en el periplo, ya que al parecer se dirigían allí en busca de provisiones médicas. Se trata de hermanas de la santa Orden Venatrix Mutanti, especialistas en la caza de mutantes.

Hacer la fila para comer un necropancho era una de las pasiones de Jauta Jiet. Era la fila, no el necropancho. La de cada ciudad, y de cada mundo, tenía su idiosincrasia. Lo que escuchaba mientras esperaba le enseñaba más sobre la naturaleza humana que los libros de la biblioteca de la Inquisidora Kuruy. Lo que escuchó en Pozoprofundo fue clave para la misión de exploración del Centro Médico Santa Lydwena. Normalmente, arrojaba el necropancho al reciclador, luego la compra. Sabía de qué estaban hechos, y luego de Forraederi…

>>Notas de la *Interrogadora Jiet*<< ++La situación en Pozoprofundo es más extraña de lo pensado. A duras penas pude escapar de mis captores, con un brazo incapacitado. La información recabada en las filas de necropanchos sobre el Centro Médico Santa Lydwena eran reales, demasiado reales. Esperaba un grupo de ciudadanos acercándose a un culto del caos… para nada esperaba una escuadra de marines espaciales traidores. El humo imperante no nos permitió siquiera notar su presencia, y ya estaban encima nuestro. He premiado el heroísmo de mi pistolera Slepkava con una mira infrarroja, ya que fue la única que pudo frenar momentáneamente el avance del líder traidor, dejándolo mal herido. Nos llevó horas volver a encontrarnos, tan desperdigados, y heridos quedaron todos tras la emboscada. Mi gente me daba por muerta, pero pude huir gracias a un descuido de los traidores, que celebraban su victoria descuartizando a una de las hermanas de batalla de la Orden Venatrix Mutanti. >>>*Informe de la Interrogadora Jiet* ++A la Inquisidora Karuy, +Mis acólitos, acompañados de una escuadra de hermanas de batalla de la Orden Venatrix Mutanti, lograron investigar el Centro Médico Santa Lydwena, en el que sospechábamos que existía actividad de cultos del caos. Lo que averiguamos es peor, allí se estaba escondiendo una escuadra de marines espaciales traidores, al mando de un tal Zakarías. Pudimos escapar de su emboscada, dejando mal herido al tal Zakarías, y a uno de sus traidores muerto. Seguiremos informando.++